Hermosa, sofisticada, socialmente progresista, democrática, exigente, esperanzadora: estas son palabras que captan la esencia misma de Ciudad del Cabo. Table Mountain domina la ciudad de las joyas sudafricanas. Es la base ideal para los viajeros intrépidos que quieren pasar por el Cabo de Buena Esperanza y visitar los valles de las Tierras de los Vinos en coche o visitar las reservas de safaris.
Esta península en forma de pez, aferrada a las feroces aguas del Océano Atlántico, es un enigma. Ciudad del Cabo se siente más como un viejo bastión europeo que como un puesto de avanzada africano. Desde la apertura del apartheid en 1990, la ciudad se ha vuelto más cosmopolita, al tiempo que continúa luchando contra los efectos de años de desigualdad social.
Ciudad del Cabo ofrece una variedad de oportunidades para conocer Sudáfrica: su pasado tribal, la región vinícola, las influencias holandesas, británicas y malayas del Cabo, y una flora y fauna únicas y extraordinarias.